Chrno Crusade Fanfic Edén.
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Chrno Crusade Fanfic Edén.
Bueno, xD. un fanfic que escribi una tarde de ocio. xD espero que lo disfruten...
Se llama Edén, y trata sobre el anime Chrno Crusade. (ES MUY LARGO xD) (esta dividido en 4 partes)
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Parte 1
Parte 2
Parte 3
parte 4
Y bueno (?)
Se llama Edén, y trata sobre el anime Chrno Crusade. (ES MUY LARGO xD) (esta dividido en 4 partes)
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Parte 1
- Spoiler:
- Chrno Crusade Fanfic: In The Eden
¿Cuando su universo había mermado tanto de tamaño?... era incomodo moverse, tanto que prefería quedarse adentro de su alma, y no salir de ella... ¿Cuando su universo había comenzado a desmoronarse?... claro, había comenzado dos días atrás, cuando la persona que mas amaba, fue enviada al infierno...
¿Por que todo esto le ocurría a ella?... no era su culpa, enamorarse de un demonio.
- F l a s h b a c k-
- Chrno... - suspiraba, con abundantes lagrimas corriendo por sus mejillas...
-... no llores, tus lagrimas me hacen daño... - el, abrazado a su cuerpo, intentaba contener las gotas que caían al suelo...
- No puedes irte... es solo que... - mas palabras en vano, su futuro estaba sellado... se separaron lentamente, quedando uno frente al otro... ruidos estruendosos se escuchaban sobre sus cabezas, golpes de cascos, gritos, era el anuncio de que el final estaba cerca.
-... Rosette... esta vez... - las palabras que aún no alcanzaba a decir, se sellaron con un beso. La muchacha había puesto las fuerzas que le quedaban, para moverse unos centímetros más, y sentir el tacto del apuesto ser que tanto amaba, acercarse a los labios, que tan suaves, dulces y blandos eran, esos labios que demostraban tanto afecto entre ambos...
Por más que las voces que se acercaban rápidamente por sus espaldas la obligasen, ella no quería separarse del muchacho.
- Rosette... perdóname... - poco a poco, la figura desapareció entre las sombras. Quemándose en el olvido, sin dejar mas rastro que un reloj. Aquél reloj que significaba la unión que tenían, la razón de su amor, aquél reloj culpable de su muerte.
Calló de rodillas, sostenida tan solo por sus brazos, que parecían perder sus fuerzas... Rompió en llanto, lagrimas que no caían de sus ojos, caían de su alma. Bueno, lo que quedaba de su alma.
Calló al suelo, inconsciente por la lucha, intentando agarrar el reloj que tanto añoraba...
- F i n d e l f l a s h b a c k -
Allí estaba, en el edén, un lugar que muchos deseaban, lugar al que muchos habían luchado por llegar, pero perdido finalmente por su ambición. ¿Que deseaba ella?... deseaba morir nuevamente, merecer el infierno, deseaba dejar de existir, olvidar sus problemas, por mas que significara romper mil promesas.
-¿Chrno?- murmuró, al notar como la puerta de su cabaña se abría...
La depresión se había llevado la vida de la joven, que no parecía dejar su rincón.
-... Rosette-sama, traigo un mensaje de Edward. -
- ¿Edward? - pregunto confusa.
- el sabrá entender tu situación.- se acercó, dejando un paquete sobre la mesa. Con un chasquido, desapareció de la sala.
“Christopher Rosette, Señorita De Calzones blancos. "
Dentro del sobre, había un arma, y un cinturón con cargadores.
- ¿Sera...?- Al girar el sobre, una escritura confirmaba sus creencias. Era el, el viejo rabo verde. -... Pervertido. - sacó de la parte trasera, un calzón blanco, parecido al mismo que usaba cuando trabajaba para la orden.
-... ¿donde estarán todos? - se preguntó. Si el viejo se lo había enviado, significaba que debía estar muerto.
Cogió una imagen, y se colgó el reloj al cuello.
- F l a s h b a c k -
- Es por que te amo, que no dejaré que te lastimen, Rosette... - murmuraba, mientras ella, en sus brazos, lloraba mas y mas.
- Chrno... tú siempre serás mi asistente... por eso, seré yo quien deba protegerte.- una lagrima callo, evaporándose en el trayecto. Estaban a dos pisos de la puerta al infierno. En cuanto las bestias se acercaron, disparó su arma, como en los viejos tiempos.
-Fin del flashback -
- Esta vez… no te dejare ir…. - sus ojos demostraban firmeza.
Estaba decidida... se notaba en su mirar, se notaba en su sonrisa... cogió las ropas, que, dobladas sobre la repisa, parecían olvidarse.
-... es por que a Chrno... - abrió la puerta, respirando la brisa paradisiaca... - lo amo. - dio un paso al frente, observando, como niños, mujeres, ancianos, jugaban y reían. Solo ella parecía ser la excepción.
Se dirigió, con las armas escondidas, hacia donde se encontraba el, "el mayor", "el Kamizama", "el creador", o simplemente, Dios. Al llegar, observó las largas escaleras del edén, Subían y bajaban, hasta llegar a una pequeña mansión flotante, blanca como la nieve. Comenzó a correr, subiendo esas escaleras... estaba dispuesta a gritarle al creador, a discutirle...
las puertas del gran campo se abrieron, parecía estar hechas solamente para ese momento. Pilotes de Mármol blanco, prados verdes, emanaban un poder, que parecía aplastar a la joven enamorada.
Apenas entró, cuando una ráfaga de viento la echó hacia atrás, golpeándola contra las pequeñas rejas que cubrían el lugar.
-¿que...? - se dijo, observando, como el remolino tomaba forma, de un joven de cabellos rubios, Ojos oscuros... medía aproximadamente, un metro ochenta, vestía de negro, con alas color celeste.
- Un placer… mi nombre es Riziel... Lo lamento, jovencita... pero no puedes entrar aquí de esta manera... ¿Que te crees que eres?... - Dijo en voz alta, sosteniendo una espada.
-... Rosette Christopher... Yo... Lo lamento, Sr Riziel... pero necesito ver a su señor.... - se disculpó, perdiendo un poco la calma.
- ¿que quieres decirle, muchacha? - preguntó, aun tapando su camino.-
-Necesito hablar con el... es sobre un alma, que no dejo entrar al paraíso... -
- Reiteraré, no puedes hablar con el. Sobre su amistad, no es nuestra culpa, que esa persona no sea digna del paraíso. -
- ¿Qué? ¿ACASO SON ESTÚPIDOS?... Chrno... ¡JAMAS DIGA QUE NO MERECE EL PARAÍSO! Es mas digno del paraíso que su maldita deidad... - colocó su mano en el arma, lista para retirarla...
-... ya veo... Chrno, El pecador. ¿No fue el quien provocó tu muerte?-
-Pero Chrno... -
- Cállate. Si tanto te amaría, habría preferido morir, antes de usar tu energía. si el fuera digno del paraíso, jamás habría usado un contrato. SIMPLEMENTE CONSUMIO LA VIDA DE UNA PERSONA CON NECESIDAD. El te utilizó para vengarse de su hermano Aion. Si no lo aceptas, enfréntate a mí, y serás eliminada del ciclo vital... no veras ni el paraíso, ni el infierno... verás la nada. -
- ... - El dolor comenzó a brotar de la joven. ¿Estaba odiando a su dios?... poco a poco sintió un ardor en sus muñecas... un golpe sacudió su cabeza, y un agudo dolor, hizo cerrar sus ojos. - Chrno es... La persona a quien yo... -
- F l a s h b a c k -
Parte 2
- Spoiler:
- F l a s h b a c k -
Aún estaban vivos, habían dormido juntos, en el auto, como de costumbre... abrazados, durmiendo sobre el regazo del otro, sintiendo los latidos que emitían, agradeciendo al señor el tiempo que compartían...
- Chrno... - dijo la joven, abrazando aun mas al joven que estaba a su lado, no podía evitar sonrojarse.... mientras, aprovechaba el abrazo, para sentir el aroma que la hacía sentir viva... sin poder evitar, cerrar los ojos con fuerza, sintiendo como un hueco en su corazón, ardía momentáneamente... - arigato... - beso la mejilla del joven, sosteniendo su contrato, mientras el joven la observaba, con los ojos llenos de lagrimas.
- Rosette yo... - se mordió el labio inferior, mientras algunas lágrimas rodaban por su semblante...
-Chrno, ¿que ocurre? -
- Lo siento - dijo, con la voz quebrada... mientras juntaba la mano de ella, con la suya, sosteniendo ambos el contrato...
- Chrno... no es tu culpa... yo... -
- ¡No quiero que mueras, Rosette!, ¡Quiero que permanezcas a mi lado por siempre! - con un hilo de voz, intentó expresar sus sentimientos. Se acercó a los labios de ella, besándolos, como un impulso de su alma. -... yo... quiero que vivas... - dijo nuevamente.
- F i n d e l f l a s h b a c k -
Ella lo sabía. Chrno no era ese tipo de personas...
- Todos los demonios son iguales, no vale la pena luchar por ellos, simplemente, olvídate de el. - se dio la vuelta, y comenzó a caminar.
- El es mucho mas humano que ustedes... quienes creen ser el bien... - se levanto del suelo, con las heridas abiertas... la furia la tomaba desde lo mas profundo de su alma...
- ... No abriremos las puertas a un demonio, y fin de la discusión. -
-Entonces, Yo lo haré. - Rosette se giró bajando las escaleras, con el corazón en la boca.
- ¿Que puede hacer una simple monja de orfanato? - riéndose, se burló de ella, hasta que notó como pequeñas gotas caían hirviendo al suelo, y se evaporaban al tocar el suelo, dejando una marca en el mismo. - ¿E-Estigma?... ¿pero como...? - Observó a Rosette, y entendió a lo que se enfrentaba.
- ¡TU, ESPERA! - dijo atacando a la joven.
- ¿qué? - se giró, esquivando el golpe, mientras la espada rozaba su mejilla, haciendo un pequeño corte. Al ver como el arcángel se oponía, dirigiéndose nuevamente hacia ella, disparó su arma, impactando el pecho del mismo
- ¿que crees, que una bala con agua bendita, me lastima en lo mas mínimo? -
la muchacha, enfurecida consigo misma, observo sus muñecas...
- "La sangre de un pecador..." - pensó.
Roció al joven con la sangre de sus estigmas, y observo, como el mismo, gritaba, sosteniéndose con dolor.
- Maldita... - lanzó la espada, hiriendo su brazo izquierdo.
Aprovechando las circunstancias, comenzó a correr, mientras dejaba caer la sangre sobre las balas... tenía que llegar, a la puerta del infierno.
- Chrno... Atiende mi llamado... - Abrió su reloj, activando nuevamente el contrato.
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-" ¿Que soy?... ¿por que nací bajo estas circunstancias?... “- pensaba un joven de cabellera azulada, sumergido en lava ardiente, desintegrándose momento a momento.
Alzó su mano frente a sus ojos, intentando divisarla, era un demonio... el ardor de la lava incentivaba sus sentidos... las lagrimas heladas que caían de sus ojos, se evaporaban tan pronto como en el sol.
- F l a s h b a c k -
- Chrno, ¿no es hermosa?, ¿la vista? - La primera mujer a quien había amado...
-... Ojala pudiera verla tan seguido... - dijo, con deseo en sus ojos.
- ¿Oh? ¿Podrá ser? Chrno, ¿estas diciendo que deseas quedarte a verlo? -
- Vamos, María, no hay tiempo. - la cogió en brazos, y ayudo a subir al caballo...
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- Esto es... un contrato... - Dijo, sosteniendo el reloj en sus manos.
- No... Tu debes vivir... - dijo, llorando, y lleno de heridas...
Prontamente, se vio sosteniendo a su amada en brazos... sin rastros de vida.
- "¿POR QUE?... ELLA.... MAGDALENA... ¿POR QUE?..." - pensaba entre lagrimas...
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- ¡Vamos, Chrno! - la muchachita, tiraba de su brazo, obligándolo a seguirla
- ¡Para, Rosette!, ¡me lastimas! - decía, medio abrumado, sonrojado y enojado.
- Hm... Chrno, no te quejes, ¡Al fin tenemos unas vacaciones! - sonrió y siguió caminando.
- Cierto... solo para nosotros. - sonrió, con un gesto pervertido.
- ¡CHRNO! - dijo golpeándolo.
Parte 3
- Spoiler:
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- ¿Quieres que libere el sello? - decía la joven en su lecho de muerte... - Si hago eso, tus heridas sanaran, y volverás a estar saludable... - Llevo su mano al collar que colgaba de su cuello, preparando para abrirlo. Aun así, la mano de su compañero se posó sobre la suya.
- Este bien así, esto es algo importante para mi también, Rosette... - dijo, intentando parecer tranquilo. - yo... no quiero perderte...-
El tiempo pasó, pero las palabras se hacían largas, y confusas, tanto que parecían borrarse de su mente.
- Habían cosas que quería hablar contigo cuando estemos solos pero... - dijo Rosette, mientras su voz comenzaba a quebrarse... - nada se me ocurre... -
las incomodas palabras de la joven, abrumaban aun mas a Chrno, que podía sentir como el ángel de la muerte, rondaba por su alrededor...
- Vamos adentro, así podrás recostarte, Rosette... –
- ¿Por que piensas que yo...? - las lagrimas cayeron desprovistas, cargadas de amargura por el rostro de la muchacha. - ¡LO SE PERO!... TENGO MIEDO... - intento retener el llanto, pero se le hizo imposible...
y en un impulso, abrazó a su compañero... - ¡No quiero morir! - gritó.
De nuevo este sentimiento de culpa, rodeaba al demonio,
¿Por que se encargaba de arrebatarle la vida, a las personas que amaba?...
- F i n d e l f l a s h b a c k -
-... Aún así... Esto es lo que soy... un pecador... ¿Por qué? ¿Por qué el universo conspira contra mi?... Si solo habría asesinado a Aion cuando tuve la oportunidad yo... - Una especie de convulsión agitó al joven, su respiración se vio agitada, y con dificultad, intento calmarse. La miasma reunida en aquél lugar, se acumuló, provocando una metamorfosis en el, cambiando de forma, de tamaño.
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- ¡Atrapadla! - gritaban centenares de ángeles, arcángeles y luchadores del cielo, persiguiendo a la joven, que cargaba desesperadamente sus balas ensangrentadas, y disparaba contra ellos.
- ¿Por qué pierdo mi energía?...estoy muerta... ¿por qué pierdo mi vida aún así? -
cerró los ojos con fuerza, y siguió corriendo, pero cada paso, se dificultaba aún mas, confundiendo a la joven, y dificultándole aun mas el trabajo.
Se acordó de las palabras de su amigo.
-" La energía astral... es lo que nosotros, los demonios, usamos como medio de energía... sin la misma, no poseemos forma, y no podríamos usar un cuerpo.-"
- Souka... así que... - siguió corriendo, pero su cuerpo ya parecía haber perdido impulso alguno.
Cayó al suelo, sosteniéndose por sus brazos...
- ¡AHORA! - dijeron los guerreros de dios.
- ¡Rosette! - escuchó una voz familiar, pero la falta de energía no la dejaba ver de quien provenía. A continuación, escucho tiroteos, y gritos de los ángeles.
La confusión, gritos desaforados que almas desgarradas dejaban emitir, golpeteos interminables que azotaban una y otra vez su cabeza. Eran múltiples voces, que la atormentaban. Eran rezos, que pedían por la seguridad de familiares en peligro, amigos perdidos, eran rezos que demostraban nuevamente la necesidad de fe que en la tierra predominaba.
-Rosette, Vamos, no estaré aquí por siempre - repitió la voz, con dificultad, mientras las balas seguían cayendo.
- ¿Que...? - se pregunto perdida, mientras observaba a una esbelta muchacha. Sus cabellos, blancos como la nieve, atados en una fina trenza, volaban al viento. Unos rojos ojos, observaban a la joven, con tanto deseo, que nuestra rubia se sentía desnuda.
- ¿Quien eres...?- millones de imágenes acudieron su mente, recuerdos de su vida, ¿Como podía haberla olvidado?, no, no la había olvidado, simplemente, no la había reconocido. - ¡Azmaria! - gritó, abriendo sus ojos inmediatamente, e incorporándose de un impulso. La muchacha tomó aire, con cierto deseo de abrazarla.
- Ve por el, Rosette, no siempre tendré balas. - afirmo la peliblanca, entregándole un anillo. - no aseguraré que tendrás toda la energía astral del universo pero... no morirás fácilmente. - suspiró, con un tono de aliento, y volvió la cabeza.
- Gracias, Az. - al colocarse el anillo, sintió un golpe helado recorrer sus huesos, y colarse por su espina dorsal. aun así, corrió el trecho que faltaba para llegar a su destino. Una oscura cueva, con antorchas en sus costados.
- Es por ti, Chrno... - dio un respingo, mientras, cogiendo el fuego, comenzó a andar por esos apretados pasillos.
- Veinte niveles, cada nivel será mas caluroso, si aún quieren quemar sus huesos en el ardiente fuego del infierno, bajar un nivel mas. - recitó las palabras que se encontraban a su derecha. Un oscuro temor colmaba el corazón de Rosette. “Un alma no puede vivir por siempre. " eran las palabras que Chrno había usado, en su ultimo encuentro. Los recuerdos comenzaron a atormentar a la joven. No eran recuerdos tristes, que trajeran desesperación. Su muerte, había logrado los objetivos que necesitaba cumplir, o, la mayoría. Eran recuerdos felices, de su infancia, sus momentos con Azmaria, Chrno, Joshua, el poco tiempo que paso con Satella, fue estupendo. Era su rival, pero al mismo tiempo, la misma le había enseñado tantas cosas... recuerdos con valores tan profundos, que Rosette no quería caer en cuenta, que todo a su alrededor se desmoronaba cada paso. Poco a poco, la sangre que caía por sus venas se infectaba mas, estaba casi hirviendo, al igual que la frente de la muchacha. Es decir, las gotas de sudor ya caían, en abundantes líneas húmedas por su rostro y cuello.
- Esos recuerdos, Recuperarán su color, Lo prometo... - Apuntó a la gran puerta que se encontraba frente a ella.
Un dialecto incomprensible para ella, se escribía en la siguiente puerta. Pero su necedad, la llevo a saltear la lectura del mismo.
- GOSPEL! - exclamó, disparando una de las mas potentes armas que la orden de magdalena había logrado.
Como una fugaz ráfaga de viento, la miasma azotó el cuerpo de Rosette, entrando por su estigma.
Se adelantó, disparando mas, y mas veces, hasta reducir el muro en ceros. En ese momento, pasó por la puerta, siendo herida constantemente por la miasma, y el fuego que la acorralaba.
- ¡CHRNO! - exclamó, pero sin obtener respuesta alguna.
Era verdad, el infierno... era realmente tenebroso.
¿Que mas horrible, que estar solo, en un lugar que no conoces, sin luz alguna que te guie, y peor aún, siendo atacada por el calor y la enfermedad?...
De pronto, un golpe la lanzó hacia atrás, haciéndola escupir un poco de sangre.
Las luces del infierno, rojas como la sangre, se prendieron.
Demonios, Almas en pena, todo se acercaba a ella, listo para herirle.
Profirió un agudo grito, seguido de lágrimas de terror, al ver como todas se balanceaban hacia ella.
- ks... - dijo alguien.
Al abrir los ojos nuevamente, litros de sangre se alzaba en el aire, volaba de lado a lado, y solo una figura, parada frete a ella, estaba intacta...
- Jo-Joshua... - exclamó con un hilo de voz.
- Onne-san... lo siento, no llegué a donde tú estabas, pero, mira que casualidad... tú si has venido. - seguía teniendo la mentalidad de pequeño, ya que las lesiones en su cerebro, habían permanecido hasta su muerte.
-Joshua... - se tambaleó, abrazando el cuerpo del joven que se encontraba frente a ella. el muchacho correspondió el abrazo, entre lagrimas.
- Por fin, mi larga espera ha terminado, Rosette... - dijo, aferrándose más al cuerpo de su hermana.
- Necesito encontrar a Chrno... - recordó. Levantó su arma, y comenzó a disparar a los demonios que se acercaban a ella.
- Entonces, lo encontraremos juntos. - Joshua alzó una espada, y se preparó para seguir con la batalla...-
Al compás, ambos dispararon, y cortaron a la primera fila de enemigos que se encontraba frente a ellos-
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Poco a poco, las hileras de almas fueron mermando, hasta quedar reducidas a algunos débiles demonios, que con una bala, fueron fácilmente atravesados.
- ¿Donde rayos esta Chrno? - pregunto Rosette, sonrojada.
- Está con los demás pecadores, y demonios peligrosos... en el núcleo. - respondió Joshua, limpiando un rasguño de su brazo.
-... Maldición. - Rosette golpeó el suelo, y comenzó a descender por aquellas escaleras ardientes.
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¿como podía el ser tan idiota? Sentía como ella le llamaba, pero temía reencontrarse con su más preciado tesoro. La ultima vez, casi desterraban a Rosette del paraíso, del infierno, del purgatorio y la tierra.
- Chrno! - escuchaba los desaforados llamados de la muchacha, pero no respondía a los mismos. El era un demonio peligroso, destinado a asesinar, quebrar almas inocentes. ¿Por qué era el único en el infierno, que podía sentir amor? Ansiaba salir del ardiente infierno, y abrazar otra vez los brazos de la muchacha. Besar sus labios nuevamente. Aún así, la energía que su cuerpo recibía no era suficiente.
-¿Y si utilizo, tan solo un poco mas? - se preguntó. Sabía que eso significaría la muerte de Rosette. Pero, todos morirían algún día. y prefería, sacarla de ese incomodo lugar, y darle una vida nueva, llena de felicidad.
- Tan solo un poco más... - relajó cada musculo de su cuerpo, hasta casi no sentirlos. Poco a poco, la energía de los mismos, se vio repuesta, pero la energía en su corazón, no era suficiente.
- ¿por que duele tanto? - su corazón ardía, como nunca había dolido ninguna parte de su cuerpo.
parte 4
- Spoiler:
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- Ksso... - Rosette, se encargaba de disparar a los legions, y almas en pena. Aún así, sabía que en algún momento sus municiones acabarían, y ese sería su final. - CHRNO!, ¡SE QUE PUEDES OÍRME! - gritó, enfurecida.
Amaba al joven, pero no toleraba la amabilidad en abundancia de su asistente. Sintió una contracción en su pecho, vio como su sangre, se aceleraba, y como un remolino, caía en su corazón, sentía que su corazón no aguantaría la velocidad y presión de la sangre, y terminaría explotando. Una puntada en su cabeza, la hizo entrar en cuenta, que la energía del anillo comenzaba a desaparecer.
- Maldición. - dijo rasposamente.
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No quería tener que retirar más energía de ella, de Rosette.
- Este, será tu ultimo préstamo hacia mi. - se paró entre el ardor de su cuerpo. Desplegó sus alas, destrozando las almas que intentaban detenerlo, y cortando el fuego que cerraba su paso. Sus pies se despegaron del suelo, y con un impulso, embistió la pared que lo privaba de su propia libertad.
Un estruendo resonó atrás del muro, y a compás, las paredes del mismo infierno comenzaron a caer.
- Núcleo esta... - Si el núcleo del universo, es decir, el infierno colapsaba, la tierra entera pagaría las consecuencias. La lava, comenzó a volar de lado a lado, quemando las paredes, destruyendo el equilibrio que su madre, el pandemónium, había creado.
Un grito ahogado, un grito femenino, del otro lado, lo saco de su estado. Giró bruscamente la cabeza, dispuesto a eliminar los muros que lo separaban de su pasado.
- Rosette!!! - gritó. En cuanto tomo impulso, una fría mano le cogió, frenando su paso.
- Detente, Chrno. - la voz que resonó en sus espaldas, provocó un escalofrío en el joven.
- ... - se limitó a cerrar los ojos con fuerza, imaginando que todo fuese un gran sueño, deseando despertar en su coche, junto a Rosette, para que lo llamaran a una misión.
- Chrno... detente... si vas, solo destruirás mas tu corazón... si tu vas, morirás. Todo el edén espera por tu llegada, esperan para asesinarte, para acabar con tu existencia. - sintió como la mano que le sostenía la soltaba, y abrazaba su cuerpo.
- Magdalena... ¿qué haces aquí? - sus palabras, frías, reflejaron la madures que Rosette no conocía de el.
- Yo Cometí suicidio, Chrno. - respondió. - ¿no podemos simplemente ser felices, otra vez juntos? - según ella, la muchacha era solo una escusa para suplantar a maría magdalena, la primer mujer que Chrno había amado.
-... Lo nuestro acabó hace mucho tiempo atrás. - se soltó, y desprendió vuelo nuevamente.
- Ya veo... hasta allí llega tu amor, ¿verdad Chrno? Pues entonces, defiéndelo... - gritó lo suficientemente alto para que él escuchara.
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Algo, no sabía que, se clavaba en su cuerpo, produciendo un dolor agudo, lo que era seguro, era que la energía del anillo estaba por agotarse, y aún no le había visto.
- No puedo rendirme... - se puso de pie. - ¿Hasta cuando estaré destinada a buscar gente, que se encuentra tan lejos de mí? - se pregunto enfurecida, cargando su arma, con el ultimo cargador que tenía.
- Sayonara. - dijo sonriendo, a un cielo, que no podía ver.
Estaba sumida, en la soledad de un universo desconocido, y nadie la ayudaba a entenderse a si misma.
Tomó el arma, perdiendo sangre en cada movimiento, y disparó en la frente del sinner que había atravesado su estomago con tal arma.
- No dejaré, que pasen al edén... - dijo decidida.
- ¡Allí esta! - sintió una bala, entrar en su espalda.
Calló de rodillas, sosteniéndose como pudo... Pronto se dio cuenta, que el cielo se encontraba en el infierno.- dispuesta a defenderse, levanto su arma, con el pulso descontrolado.
En un intento de defenderse ante los ataques que brutalmente parecían acercársele, disparo su arma.
- Sin municiones... - dijo atónita, con la voz temblorosa.
Las armas se clavaban por su cuerpo, sin dejarla respirar. ¿Era su fin?... era curioso, un final tan oscuro. ¿Que era el bien, o el mal? su conclusión, era que no existía tal cosa. La vida solo servía para usar y ser usados. La gente, no pensaba más allá de su dignidad. ¿Y los sentimientos? aun que fuese un amor no correspondido, lleno de prejuicios, ¿por qué aun así ella no sentía que nada valiera mas que Chrno? Desde luego, amaba a su hermano. Pero... ¿por que Chrno? sabía que todo terminaría tarde o temprano, ya que las palabras que, reproducidas, se repetían una y otra vez en su cabeza, provocaban ese sentimiento de culpa, de dolor continuo...
- F l a s h b a c k -
- ¡Oka-saan!, ¡mira, mira, he bordado! - la niña, de no mas de siete años, sonreía y jugaba, mostrando a aquella persona tan preciada, sus bordados, sus primeros bordados, tejidos que salían de su alma. - No quedo tan bien como la tuya, pero... -
- Es hermosa... - admiró su madre, sentándola frente a sus rodillas. - acuérdate Rosette, un bordado, refleja los verdaderos sentimientos, un bordado, es como tejer la vida con hilos. Hilos de diferentes colores y tamaños, no sabes como terminara el trabajo. Aún así, siempre encontrarás como armar una nueva parte de el - parecía un cuento de hadas para la niña, que miraba con un aire de fantasía como su madre lo explicaba.
- Te quiero mucho, oka-san... - dijo sonriendo, mientras abrazaba a su madre, se acostaba en su regazo, y intentaba dormir.
- Rosette, vamos, te prepararé el desayuno. - exclamó, parándose.
Para la niña, su madre era la más hermosa y simpática mujer que podría haber conocido nunca.
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- ¡Rosette! - decía su hermano menor, llorando, entre sollozos.
- Joshua, ¿que ocurre? - el muchacho, callado, seguía sollozando y lagrimeando.
- Papa y mama... - en ese momento, Rosette entendió lo que su hermano tenía para decir.
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Otra vez, visitando aquél lúgubre lugar. Esperando quizás volverlos a ver, una caricia, sentir su tacto una vez mas.
la palabra Christopher, tallada en piedra era suficiente para herir su corazón, y hacer sangrar sus sentidos
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- F i n d e l f la s h b a c k -
De esta manera, miles de recuerdos se apoderaron de su mente.
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- Los recuerdos... duelen... - dijo, cerrando poco a poco sus ojos. Fue una ráfaga de emociones, sentimientos, deja vu, palabras, momentos tan olvidados como ella en ese momento, quien la golpeó esta vez. - Chrno... Azmaria, Joshua... todos... - cerró los ojos con fuerza, mientras el dolor, se expresaba en una ardiente lágrima.
- Cumplirás tu promesa, al igual que yo, ¿verdad Rosette? - dijo una voz, que se encontraba adelante de ella.
- ...Chrno... - no tenía fuerzas para abrir los ojos, para mover su cuerpo. Ya no le importaba morir. Había oído su tierna voz otra vez. Ojala hubiera podido permanecer mas tiempo a su lado.
- Gomenne... - susurró. Mientras sus últimos latidos, comenzaban a ser más dolorosos.
- Rosette - dijo el, esperando respuesta. - ¡Rosette! - exclamo nuevamente, pero no era un sueño, era realidad. -... ¡ROSETTE! - grito, mientras en su corazón, hacía eco la voz de la muchacha.
- Bakkemono, BAKKEMONO - gritaban las voces de esa asesina audiencia, que parecía estar allí solo para observar como su corazón era destrozado. Si, un demoño con corazón.
- La razón por la cual existo... - murmuró.
- R e c u e r d o s -
¿Cual es mi razón de existencia?... ¿matar demoños, hasta llegar alguna vez a pandemónium?... mi misión se había visto exagerada. ¿Por qué ahora me encargaba de gente inocente, que vivía sin herir a nadie?... era cierto, mi nombre, que en ese momento, portaba con orgullo. "Pecador". Era lo que yo era, un simple pecador, que debía intentar asesinar a todo lo que se encuentre a mi paso.
-... El señor Aion esta de mal humor, dicen que su hermano, Chrno, se ha enfadado con el, y por poco le provoca la muerte. - murmullos, ¿por que llegan a mis oídos, si son secretos, teóricamente?
- ¿Enserio?, ese demonio me asusta, podría matarnos a todos sin su mínimo esfuerzo. -
Claro, era el Pecador mas temido de todos, pero aún así, No estaba entero. Algo faltaba. Pero, ¿Que era?
Verdaderamente, estaba confundido. Tan confundido, que no me importaba que la gente llorara con tan solo pensar en que existía alguien como yo.
- Esta, Chrno, es una de las maravillas en este universo. - la muchacha rubia que se encontraba a mi lado, María magdalena. Debía matarla, pero esta vez, no era igual que siempre...
- ¿El cielo?... -
- Las estrellas, Chrno. El manto que le da paz a la gente que. -
- No entiendo como el cielo puede darte paz.-
- El cielo, te conecta a cualquier lado del mundo... con verlo, siento como si no estaría acá, me desconecto de mi realidad, y vuelo sobre el, tengo suficientes alas, con solo observar las estrellas.- sonrió, ¿por que esta mujer, ruborizaba mi ser, desde lo mas hondo, hasta la superficie?...
Si ella era mi motivo de vivir, habría entendido que necesitaba morir, que necesitaba descansar, pero ¿por que?, usó su vida, para dejarme en este mundo cruel.
¿En verdad me amaba?... ¿o simplemente quería desaparecer?...
mi mundo cambió, en cuanto conocí el valor de esa persona, Christopher Rosette.
- Feliz cumpleaños, Chrno... - Se acercó a mí, obsequiándome tal muestra de afecto, un beso en la mejilla.
- ... Arigato, Rosette. - me limité a sonreír. La confusión, era suficiente para callar mis palabras.
¿Por que ella me amaba a estos extremos? no lograba entenderlo. Era un demonio, debía odiarme, temerme. Pero ella, me aceptaba tal cual era. ¿Por que? ¿Por que lo hacía? ¿Verdaderamente quería destrozarme?
- Chrno, yo... - se acerco a mí, con sus mejillas en puro ardor.
- ¿R-Rossett-Rosette?- pregunté, sonrojado. Sus azules ojos, observaban mis ojos, y luego se desviaban, con nerviosismo. Los devolvió con una sonrisa, y se acercó a mis labios.
¿Que era esta sensación?... los humanos le llamaban amor.
Podría decir, que sentía como mi pecho, tenía algo que estallaba, una bola, que explotaba adentro mío, dándome alas, dándome una razón para existir, o eso pensaba.
lo mas extraño, es que sin saber siquiera que era el amor, lo sentía, desde hace tiempo, ese impulso de abrazarla, mantenerme el máximo tiempo posible a su lado, rozar alguna parte de mi cuerpo, aun que fuera mi mano, con la suya... Quería que nos convirtiéramos en uno. ¿Por qué no era posible?... ese contacto de nuestros labios, provocaba que mi tiempo se detuviese, y mi pequeña utopía se realizaba, aun que fuera por un momento.
Esta era, sin duda, mi razón para vivir, para no morir.
Hasta ese momento, vivía sin saber siquiera que era la vida, y Moría sin saber que era morir.
- f i n d e l o s r e c u e r d o s-
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!- toda la energía que emanaba el pequeño demonio, levantaba el fuego, la lava, la tierra. Más energía que el mismísimo Satanás. - Ustedes... - levantó la cabeza, con las lágrimas incesantes, evaporándose en su propio rostro. - Ustedes... - cerró sus ojos, apretando tanto sus dientes, como para hacer sangrar sus encías. ¿Por qué no podía seguir la oración? - USTEDES!... - con el arma que tenía, atacó a los demonios, y ángeles Que se encontraban frente a el...
-
- Que equivocación mas grande... - exclamó, una persona que se encontraba entre la multitud de ángeles. - ¿Se puede llamar a esto el paraíso? - dio un suspiro, con los ojos cerrados.
- Oye, Tu - le dijo a el arcángel, que había atacado a Rosette.
- Que ocurre, ¿ahora quieres correr? - le observo de arriba a abajo.
El muchacho, de aproximadamente veinte años, llevaba harapos. Ropas sucias y rotas.
- ¿No se supone que debían abrirle las puertas a la gente apta para el paraíso? - preguntó, con voz calmada.
- ¿Quien demoños te crees, para reclamarnos? Nosotros sabemos lo que hacemos, Un demonio siempre será un ser infernal. - se dio la vuelta.
- veo, que mis decisiones no fueron las correctas. - dijo, sonriendo, ante tal respuesta.
Chrno, Siguió arrasando con todo a su paso.
- Cabrón... - dijo el asesino de Rosette, que al parecer, tenia un gran fuerza, ya qué, se encontraba haciendo fuerza con su espada, sobre Chrno.
El demonio, sin muestra de sentimientos, lo cortó en dos, sin dudarlo.
- ¿Q-Que...? - se preguntó, mientras veía sus órganos caer al suelo, y luego, se vio morir.
El muchacho, observaba como toda esta escena, se llevaba a cabo.
Quedaban solo cuatro ángeles, contra Chrno. Pero Chrno, parecía estar desquiciado, a tal punto, de no dejar mas paso.
- ¡SUFICIENTE! - gritó el joven, abriendo los ojos extremadamente.
Chrno, Se dio la vuelta, recibiendo un golpe mortal, en su pecho.
Una lanza, le atravesó.
- ¿Q-Que? - dijo abriendo los ojos. ¿Acaso esa lanza no dolía, o había eliminado toda sensación de su cuerpo? digo, por que no sentía tampoco el tacto con la lava, que ardiente, estaba quemando su cuerpo. - ¿Por qué yo…? -
- Tu me lo dijiste, Chrno, "No quiero morir como un demonio. Si he de morir, moriré como un ser vivo". ¿O me equivoco? - el muchacho, sonrió, besando la frente de Chrno.
- ... - mientras el muchacho besaba la frente de Chrno, las lagrimas brotaron solas por sus ojos, y en un segundo, toda sensación fue eliminada de su cuerpo.
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Allí estaba, era un lugar tan conocido para ella. Su hogar, la casa de su infancia, el único sitio donde hallaba verdadera paz.
- Chrno... - llamó a su compañero, que, la sostenía en hombros.
- no necesitas decir mi nombre, Rosette. - besó sus labios, para sentir que ella aún estaba allí, y hacerle sentir su presencia.
- Te amo, Chrno. - observó el rostro del joven.
- Un simple te amo, no expresaría lo que siento por ti... - abrazó el cuerpo herido de la muchacha.
- Chrno, Estas... sangrando... - dijo, preocupada, con la voz raspada.
- No nos queda mucho tiempo, ¿verdad?... - sonrió, haciendo entender a su compañera a lo que se refería.
Se abrazó a su cuerpo, como para no dejarlo ir. A veces, un abrazo demuestra mucho más, que todas las palabras que uno pueda decir.
La línea astral, que volaba en el cielo, les llamaba, ansiosa, esperando su regreso...
- Eres mi razón de vida, Rosette. - dijo Chrno, mientras su cuerpo, comenzaba a disolverse con el aire, convirtiéndose en polvo.
- Chrno... - respondió. - tu también eres mi existencia. -
No paso mucho tiempo para que ambos, abrazados aún, dejaran de existir, y no dejaran mas rastro en la tierra, que un simple reloj, una simple reliquia, que llevaba dentro todos los secretos que alguien podría imaginarse.
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- Si, definitivamente, estuve muy equivocado. – dijo la mayor autoridad de los cielos.
- Deje entrar en mi reino, personas que rechazaron al amor, y le negaron la entrada, a personas que realmente lo merecían. - observó su "reino". El paraíso, estaba en ruinas. - pero me alegro, que no hallan mas conflictos por ahora. - dijo, observando como ciclo de la vida se repetía una y otra vez.
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Si, quizás en algún lugar del universo, las esencias de quienes alguna vez, fueron llamados "Kurono, y Rosetto" estarían renaciendo, reencarnando, en un ave, en un bebe, o quien sabe, quizás fueran ahora un árbol, que de frutos para animales que lo necesitaran, o quizás, formaran parte de las estrellas, Quien sabe, donde estarían en este momento...
Estaban juntos, eso era seguro...
Por fin, juntos toda la eternidad, logrando ser uno solo...
Tsubasa WA Pleasure Line - Minami Kurabashi. (Full Version)
(8)
Ichiban kirei na sora wo tobouyo
tashika na mirai he try!
Negai ha hitomi no naka kagayaite afureru egao
nagare ni tsubasa wo azukete ima ha furikae razuni
Meguri aeta kiseki ha pleasure line
yakusoku shitayo ne
Ichiban kirei na sora he tobouyo
nando taore temo "try!"
Kizutsu kinagara tsukamu ashita
yasashiiku tsuyoku kataru kimi wo wasurenai itsumo...
Kokoro wo nurashita ame hitoshi zuku hikari ni tokete
itami Ni furueru tsubasa mo chiisa na ai wo mamoru no
Wasarenai de sekai ha pleasure line
kesshite kowakunai
Mihatenu sora wo futari de tobouyo
te wo hanasanai de "fly!"
Samayoi nagara motomeru yume
asayake no Matsu Oka de kimi WO atsuku dakishimete
Omoidaseba hoho Ni kaze ha fuite
watashitachi no maeni michishirube oite kureru
Mihatenu sora WO futari de tobouyo
Te WO hanasanai de "fly!"
Samayoi nagara motomeru yume
asayake no Matsu Oka de kimi to
Ichiban kirei na sora wo tobouyo
tashika na mirai he to
kizutsu kinagara tsukameba ii
yasashiiku tsuyoku kataru kimi ha asayake ni fly away (8)
Sayonara Solitaire - Saeko Chiba (Full. Version)
(8)
daisuki to omou kara ne kizutsu ittari tomadottari
tsumetai hoho wo yose atte kokoro ga umareta
itsumo ima sugu ni aitai
(8)
mukuchi ni naruhodo suki yo yasashi sa doushitara mieru no
dakishimete motto tsuyoku atataka na mune wo shinjiru yo
sayonara solitia ashita he
chiisana watashi dakara zenbu demo tarinai yone
nanni mo kakusanai de anata ni agetai
mada shiroi yoake wo miokutte
konnani daiji na hito ni doushite meguri aetano to
itai hodo tsunagu yubi de sabishi sa kienu yume wo miru no
sayonara solitia
mou hitori jyanai kara ashita mezameru no anata to
daisuki na hito dakara ne sobani iru mamotteru
anata he tsunagaru daichi ni umerete yokatta
- ¿Quien es?, ¿quien me despertó?- decía un joven de cabellos largos.
- ¿Quien eres tu? - respondió una muchacha junto a su hermano.
- Yo soy Chrno, soy lo que ustedes llaman, un demonio - sin emociones, respondió con esas palabras.
- ¿a que te refieres con un demonio?- respondió algo sobresaltada.
-exactamente lo que escuchaste, lo que ustedes los humanos le temen. - el muchacho, cansado, sin energía, calló de rodillas al suelo.
- Oye, ¿estas bien? - dijo la niña, corriendo a ayudarlo.
- Creo que estoy un poco débil... - dijo, cansinamente.
- no lo entiendo, pero al parecer tu tienes hambre. - dijo, retirando galletas, y entregándoselas. - Toma, ¡Come! - le dijo.
- A-Arigato... - fue lo único que pudo decir ante tal muestra de afecto.
Así, el primer encuentro, parecía tan lejano, tan olvidado... pero lo que si se sabía, era que alguna vez habían existido esos dos seres...
Rosette Christopher, Y Chrno, el pecador.
- F i n -
BY LAIR- :3
Y bueno (?)
Última edición por Lair el Lun Nov 16, 2009 3:19 pm, editado 1 vez
Re: Chrno Crusade Fanfic Edén.
-Esta bueno...
-Veo q t gusta escrivir...:P
-Veo q t gusta escrivir...:P
Deidara-X- Otaku Fantastico
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Fecha de inscripción : 27/11/2009
Edad : 28
Re: Chrno Crusade Fanfic Edén.
es bueno, copado .....
shizuo heiwajima- Mega Otaku
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